Dormir 8 o 7 horas cada noche es muy importante. ¡No es un mito! Podemos encontrar mil excusas para no hacerlo, pero saber porque es tan necesario igual nos hace empeñarnos un poco más en conseguirlo.
El profesor Matthew Walker, neurocientífico y experto en el Centro para la Ciencia del Sueño Humano de la Universidad de California, Berkeley, que lleva 20 años estudiando el sueño, afirma que dormir bien es lo más efectivo que puedes hacer para tu bienestar.
Dormir menos de 6 o 7 horas está relacionado, entre otras cosas, con el Alzheimer, ansiedad, depresión y dolor crónico. El sueño es igual o más importante en el autocuidado que el ejercicio y la dieta. Aunque todo está relacionado y todos los aspectos cuentan, lo primero que hace falta es un buen descanso para poder tener la energía suficiente para realizar todo el esfuerzo que requiere tu día a día. Te sentirás más en forma respetando tus horas de descanso. Y si eso lo acompañas de un poco de ejercicio y una buena alimentación, notarás los resultados.
La forma de despertarnos también afecta a nuestro descanso. Una investigación de la revista Industrial Health 2005 demuestra que despertarnos de forma artificial con una alarma produce una subida en la presión arterial y hace que se nos acelere el corazón. Pero esta es una situación que pocos podemos evitar por lo menos 5 días a la semana.
Lo que podemos evitar es multiplicarla, cuando en lugar de una alarma ponemos varias o posponemos nuestra alarma con la falsa sensación que así descansaremos un poco más. Lo que hacemos con esta acción es repetir la aceleración de nuestro cuerpo una y otra vez en un periodo corto de tiempo.
Vamos a intentar hacer un cálculo aproximado de cuantas veces maltratamos nuestro corazón en una semana o en un mes solo por este motivo. Solo con posponer el despertador una vez cada día duplicamos nuestro mal despertar. Todo esto sin tener en cuenta el despertar de las siestas, que por cierto es recomendable respetarla siempre que podamos (salvo que sufres de insomnio), ya que es una tendencia natural en todos los humanos.
Puede que pienses que tener más alarmas o el posponer automático activado te da más seguridad a la hora de despertarte o incluso estás convencido de que es la única manera de asegurarte de que vas a estar despierto a la hora que necesites. Si es así, seguro te habrá pasado algún día seguir en la cama todavía la tercera vez que suena la alarma o ni siquiera saber ya cuántas veces ha sonado y que hora es. Esto pasa porque el cerebro acaba acostumbrándose incluso a los estímulos más desagradables, aunque no significa que no nos sigan afectando.
¿Entonces, porque no probar desacostumbrarnos de estos hábitos que, dejando de lado consecuencias futuras, seguramente no nos aportan ningún beneficio en el presente? Si te lo estas planteando, empieza revisando tus rutinas diarias, tus horas de trabajo, ocio, comidas y autocuidado. Una disciplina básica en tu vida es necesaria para poder asegurarte un descanso suficiente y en las mejores condiciones.
Si te parece arriesgado cambiar tus costumbres de tener varias alarmas durante el horario laboral, puedes empezar a practicar en tus días libres. También podrías pedir ayuda a tu familia o a algún amigo que sabes que está despierto para que te llame un tiempo después de que tu alarma suene para asegurarte el despertar los primeros días o semanas. Asegúrate de que sea por lo menos 15 minutos después de esta, para no caer en la misma trampa de la comodidad.
Además, si te acostumbras a levantarte con la primera alarma, no sólo se vuelve más eficaz, sino que además acostumbrarás a tu cuerpo a un horario regular, pudiendo llegar el día que incluso te despiertes a tu hora antes de que suene la alarma.
¿Y tú, cuantas veces pospones tu alarma cada día?
Referencias:
http://www.dailymail.co.uk/health/article-4874174/Why-never-hit-snooze-button.html