Durante siglos, escribir ha demostrado su valor una y otra vez para las personas que buscan mejorar su bienestar.
El acto de escribir tus pensamientos, sentimientos, recuerdos y hábitos de vida, te puede ayudar a establecer una base sólida para que puedas entender mejor tus vivencias.
Es una forma de ver tu vida con otros ojos y decidir qué quieres cambiar, mejorar o mantener. Escribir puede ser una herramienta de autoayuda, pero también puede ser una forma de compartir nuestras historias con los demás. Puede ayudarte a conocerte mejor y a ser más consciente de como interactúas con el mundo.
¿Qué es ‘journaling’?
Entonces, ¿qué es el journaling exactamente? El «journalling» en inglés británico o «journaling» en inglés americano es definido en el diccionario Collins como «la práctica de tener journal o un diario, especialmente para expresar lo que uno piensa».
La definición española del diario es más general. La RAE define el diario como «relato de lo que ha sucedido día por día». Por eso, la palabra journaling ayuda a definir la actividad de escribir en un diario o llevar un diario centrado no solo en sucesos, sino en pensamientos u opiniones sobre estos o la vida en general.
Desde el punto de vista psicológico, el journaling va más allá de los pensamientos, ya que al expresar a tráves de la escritura lo que nos pasa o lo que pensamos también están presentes nuestros sentimientos y emociones.
Llevar un diario personal nos hace más conscientes de nosotros mismos y nos ayuda a recordar lo que es importante. Es una forma de mirar la vida desde otro ángulo.
¿Qué beneficios tiene escribir? ¿Por qué tener un diario?
Llevar un diario tiene varios beneficios, pero quizá el más obvio sea el hecho de que puedes volver a revisar tus pensamientos y sentimientos, y darles sentido de una forma muy práctica. Si te preguntas «¿por qué hacerlo?», la respuesta más sencilla es que el diario nos ayuda a ser conscientes de nuestras acciones y pensamientos.
Aquí tienes más puntos a favor del journaling:
- Escribir puede ayudarte a organizar tus pensamientos. Si llevas un diario con tus pensamientos, sentimientos, ideas y recuerdos, puedes consultarlos en cualquier momento. Así que, si sabes que necesitas recordar algo, puedes mirar atrás en cualquier momento y recordar cómo te hizo sentir ese recuerdo.
- Llevar un diario puede ser una gran manera de expresar lo que sientes. A veces es difícil compartir tus sentimientos con los demás, pero en un diario puedes ser tan sincero como quieras.
- A veces puede ser difícil hablar de ciertas cosas, especialmente si son negativas o estresantes. Escribir un diario personal puede ayudarte a procesar la información nueva, inesperada, dudas y preocupaciones.
- Escribir un diario puede ayudarte a decidir qué es lo que realmente te preocupa y por qué, ya que al revisar tu historial de pensamientos, notas y recuerdos puedes identificar elementos comunes y situaciones que se puedan repetir.
- Uno de los beneficios de un diario es que puedes escribir lo que se te ocurra y no tienes que preocuparte de que la gente de tu entorno te juzgue.
- Puede ser muy entretenido cómo actividad tener un diario. Todo depende de la sencillo o complejo que quieras hacer el proceso de journaling y el toque de creatividad que te apetece añadir.
Con todo esto podemos concluir que el journaling se puede incluir en nuestras herramientas de autocuidado, ya que aporta suficientes beneficios como para contribuir a nuestro bienestar.
El diario se recomienda mucho en la terapía psicológica. Por ejemplo escribir las preocupaciones ayuda a lidiar con el estrés y la ansiedad y ver esas pequeñas cosas que cuestan tanto cuando se sufre de depresión. El journaling puede ser en estos casos cómo una llave que abre la mente para poder ser más consciente de lo que está pasando y facilita el camino hacia la aceptación, la toma de decisiones y a un mayor compromiso con el autocuidado.
¿Cómo hacer journaling?
Los diarios son muy comunes y hay muchas formas de utilizarlos. Aunque llevar un diario tiene muchas ventajas, para algunas personas puede que no sea tan sencillo mantener la rutina de un diario o siquiera empezar a hacerlo. Pero, al contrario que su nombre pueda indicar cierta rigidez, el diario puede ser llevado de una manera muy flexible y totalmente personalizada.
Llevar un diario puede ser muy sencillo. No necesitas ningún material especial y puedes hacerlo en cualquier lugar. Puede ser un cuaderno en blanco, una agenda, un diario online en formato especifico o hasta notas en tu teléfono. Hablo de escribir, pero hay que ser conscientes que no todo el mundo está cómodo escribiendo y puede que a ti te guste más usar el formato de voz, de video o dibujar. ¡Encuentra tu propia forma y técnica de hacer journaling!
Para empezar, piensa como te sería más fácil hacerlo, que te apetece y que no, cada cuanto tiempo y cuál es tu objetivo o intención. Ten en cuenta que cada día que escribes estás aportando más valor a tu diarío.
Para tener continuidad siempre es bueno tener una rutina e intentar respetarla. Pueden surgir imprevistos, pero no dejes que por un día o dos sin escribir abandones el proceso. Igual sólo necesitas organizarlo de otra forma. Ayuda tener un lugar donde escribir diariamente, pero no es necesario. También puedes ponerte un recordatorio para que no se te olvide tu momento de journaling.
Hay quienes escriben todos los días, otros cada pocos días o cada semana o mes. El método que mejor te va a funcionar es el tuyo. Es verdad que cuanto más a menudo escribes más prácticas y más material tienes, pero es importante que sea algo que puedas mantener en el tiempo para sacarle beneficio.
¿Qué podrías escribir en tu diario? Todo lo que te pasa, lo bueno y lo malo. Como te sientes, como vives, cómo piensas. Si no lo tienes muy claro al principio, no te preocupes. Puedes empezar escribiendo simplemente ideas, anécdotas o lo que tengas en ese momento en mente. Poco a poco tu diario se irá estructurando de tal forma que podrás reconocerlo fácilmente como tuyo.
El journaling es una práctica que requiere paciencia, compromiso y práctica. Al escribir nuestros pensamientos, nos volvemos mejores para procesarlos. También mejoramos la identificación de nuestras emociones, lo que nos ayuda a tomar mejores decisiones. Al identificar nuestras emociones, podemos comprenderlas mejor y aprender a utilizarlas en nuestro beneficio. Cuando somos capaces de entender nuestras emociones, somos capaces de trabajar con ellas, no contra ellas, lo cual es la clave del cambio positivo.
